Ante tus pies crucificados, sólo un clavel, rojo y ausente como un atardecer en el campo, sólo un clavel ante tus plantas rendido, una lágrima roja de esperanza y sueños, sólo un clavel una tarde de verano temprano donde la vida era de auxilio y tu recuerdo permanecía entre mis dedos.
martes, 24 de junio de 2008
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2 comentarios:
Sólo un clavel... algo simbólico, bello y sencillo como es un clavel rojo...
Sentida y estupenda entrada. Enhorabuena.
Que lección va dictando mi Catedrático... sobre su monte de enea ha brotado un clavel y se me ha venido a la memoria aquel poema del padre Cue:
"La calle de Placentines,
estrecha y larga parece..."
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