Allí te ví, voluptuosa bañada en chocolate, tenías la sensualidad propia de un atardecer de verano, un cuerpo para el pecado desde tu base hasta arriba, me mirabas con indiferencia y yo te miraba con deseo, con tanto deseo que salí andando Alcaicería hacía arriba para no pecar contigo.
Y es que al falta de pan, buenas son tortas.(o merengues)
2 comentarios:
¡Que rico!.
Me pierden los dulces y sobre todo el chocolate...
A eso, se le echan un par de pastillitas de sacarina, y sin problema... ¡pa dentro!
Publicar un comentario