Buscaba un hueco la tarde
para llegar al almuerzo
tras varias horas despierto
entré en un bar a buscarte.
Tu alma de rubia fina
en vidrio de transparencias
de levadura en esencia
con lúpulo se refina.
Miré tu vaso de ti pleno
mi vida seguía adelante
tan sólo por un instante
me consoló tu relleno.
De entrañas el frescor
y amargor en tu mirada
y de espuma coronada,
de bebidas la mejor.
Desde Egipto hasta aquí
de mil y un países
dabas color a los grises
y haces al mundo feliz.
Bien estaba yo sin ningún "aunque"
cuando mi vaso se vació,
y otra opción no me quedó
que decir,"porme un tanque".
4 comentarios:
Pero que artista estás hecho Canónigo, me has puesto el vello pa corgá las llaves miarma...
¡Ole la maravilla de los tanques bien echaos!
Te voy a poné uno pero del tirón.
Pese a que estoy liadísimo, tanto como la pata de un armao, siempre me permito entrar en tu blog y deleitarme con tus imágenes y textos.
Y de nuevo... chapeau amigo canónigo.
Un abrazo.
Cuando de tí yo me ausento
Sevilla de mis encantos,
mas que "tos" tus monumentos
lo que yo hecho de menos
son los tanques de Cruzcampo.
Por una mirada un mundo
por una sonrisa,un cielo
por un tanque,yo no sé
que te diera por un tanque
yo lo quisiera saber.
P.D. Pepe,Becquer en estado puro.Un saludazo
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