viernes, 4 de noviembre de 2016

EL DIOS DE SEVILLA

Ahora mismo Señor, mi esposa duerme y yo debería, porque a las 5 suena el despertador para bajar con Ella al garaje. Pero no puedo dormir Padre porque hoy te he visto y tengo un pellizco en las entretelas que no se me baja. Alguien me contaba esta tarde que tu eres la última esperanza,tu eres ese clavo ardiendo al que aferrarse cuando el vacío se hace grande bajo nuestros pies y el dolor de lo cotidiano se agranda hasta que dirige nuestras vidas. Hoy te he visto Señor desde tan cerca y con tantas almas alrededor que aún no se como relajarme. Tengo el pulso acelerado y a cada momento me viene tu rostro bajo la cruz  pesada de nuestro dolor. Y aquí sigo Señor ante el silencio atronador de la madrugada pensando en como asumir que hoy he visto a Dios.

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