lunes, 3 de octubre de 2011

EL NAVAJAZO

No hay nada como abandonar por unos días tu realidad más próxima. Para entender que quizás no somos tan perfectos como aparentamos. La foto ilustra un ejemplo. Un ejemplo de una ciudad, Toledo, orgullosa de sus hijos. Historiadores en el caso de la placa. A los que en un rinconcito se les dedicó una placa sobre una fuente. Sin contemplaciones. Orgullosos de vuestro trabajo. Como Becquer. Que poseía recuerdos por toda la ciudad de las espadas. Recuerdos sin navajazos traperos, que buscaran el enves al homenaje. Además si a esto unes un gran patrimonio histórico restaurado con mucho gusto y muy cuidado, y con todas las iglesias para verlas en horario de ocho horas; te das cuenta de que quizás no todo es tan perfecto y sufres el otro navajazo, el de la envidia. De ver como una ciudad saca partido a su patrimonio y lo cuida como lo que es una fuente de historia y de dinero turístico. Lo mismo a veces es mejor que quedar mirándonos el ombligo por muy bonito que sea este ombligo.

3 comentarios:

Rascaviejas dijo...

Amén

Fran Silva dijo...

Pozí Antonio... pozí. Imaginate que todas las iglesias de Sevilla abrieran sus ocho horitas, con su persona al cuidado de ella... yo creo que en algo se rebajaría el paro..... POR EJEMPLO.

Zapateiro dijo...

Eso es así y, si me apuras y desde el amor eterno a la ciudad que nos cobija, que tampoco nuestro obligo es el mejor del mundo, leches. Que falta apertura y altura de miras a todos los niveles para valorar de verdad lo que tenemos, y no de boquilla como hasta ahora.

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