Mediodía de botellines
infierno descendido,
para hallar a Mephistopheles
y su manjar escondido.
Allí comenzó a fraguarse
con el alcohol se quemaba,
y yo como un perro de Paulov
sin remisión babeaba.
Y mientras el fuego seguía,
yo el pan preparaba,
su aroma me estremecía
Y llegado del averno
sin más me jinqué
un chorizo al infierno
4 comentarios:
Hijo, menos mal que no te dedicaste a dar clase de lengua, porque si eso es un soneto que baje Dios y lo vea. ¿No eran en endecasílabos? ¿Y el esquema de rima tan particular que me sacas? Ayyyyy en el infienno o el avenno te vas a ve tu
FRANCITO YA ESTA CAMBIAO PA QUE NO TE DE UN JAMA, UN ABRAZO TIO
Yo no sé si es un poema, pero la pinta que tiene ese chorizito es ....
Un saludo
Y yo sin desayunar… ¡que desgraciaita soy!
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