A veces me cansas Sevilla. Aunque te quiera con toda mi alma. Aunque no entienda mi vida sin ver el sol posarse en el charco de la pava, oler a incienso en la Alfalfa, o fundirme con un abrazo del río, a veces, muchas veces,...,me cansas. Y no por los tiesos de palco, pregón y cabalgata; ni por lo que quieres a tus hijos que asoman la cabeza un poco más de lo habitual, ni tampoco por aquellos políticos que usan la caja de todos como si fuera esto una dictadura de los 60. Me cansas por tu falta de memoria. Esa falta de memoria que hace que se perdone lo más gordo, que se olvide lo más importante y que se mal use lo que tanto costó una vez. Así seguiremos mirándonos la barriga, aunque sea una barriga adorable.
(Todo esto viene a un pequeño paseo bajo el viaducto de la Cartuja buscando una foto para un proyecto cervecero, allí no quitaban la basura desde el 92)